Después de subir tantas escaleras, salió a la azotea de aquel altísimo edificio y se apoyó en la barandilla.
Sonrió tristemente y sacó un papel y un bolígrafo de su bolsillo.
Miró al cielo. Estaba gris.
Quitó algunos mechones negros de pelo de su cara, pudiéndose notar así, sus ojos enrojecidos por el llanto.
Respiró hondo.
Entonces, comenzó a escribir.
Sonrió tristemente y sacó un papel y un bolígrafo de su bolsillo.
Miró al cielo. Estaba gris.
Quitó algunos mechones negros de pelo de su cara, pudiéndose notar así, sus ojos enrojecidos por el llanto.
Respiró hondo.
Entonces, comenzó a escribir.
"La verdad es que no sé ni como empezar, han pasado tantas cosas... Y vosotros no os habéis dado ni cuenta.
Papá, mamá... Lo siento mucho. No he sido la hija pequeña que esperábais.
Sé que queríais que yo fuese como mi hermana mayor pero... Al parecer no comprendéis que ella es ella y... Yo soy yo.
Papá, mamá... Lo siento mucho. No he sido la hija pequeña que esperábais.
Sé que queríais que yo fuese como mi hermana mayor pero... Al parecer no comprendéis que ella es ella y... Yo soy yo.
Os tomáis mis problemas a la ligera sólo porque a ella también le pasó lo mismo a mi edad: que si los amigos se distancian y tal..."
La chica suspiró y tragó saliva para poder continuar.
"Pero, ¿sabéis qué? Que yo tengo otra forma de pensar, de sentir las cosas. Repito: yo no soy ella. Pero aun así me tratáis como si lo fuese. Porque todos los niños son iguales.
Todas esas veces que he llegado a casa muerta de sueño y con ganas de no hacer nada... No era sólo cansancio. Estaba deprimida, no me encontraba bien. Y aun así me obligásteis a hacer los deberes, estudiar como una loca e ir a clases particulares. Da igual como me sienta, ¿no? Porque eso es lo que me parece."
Todas esas veces que he llegado a casa muerta de sueño y con ganas de no hacer nada... No era sólo cansancio. Estaba deprimida, no me encontraba bien. Y aun así me obligásteis a hacer los deberes, estudiar como una loca e ir a clases particulares. Da igual como me sienta, ¿no? Porque eso es lo que me parece."
Su escritura comenzó a hacerse algo difícil de comprender. Ella temblaba.
"No voy a negar que habéis sido unos padres geniales, que mi hermana ha sido una gran amiga para mí...
Pero en esos momentos en los que más me regañábais era cuando más necesitaba un abrazo..."
Pero en esos momentos en los que más me regañábais era cuando más necesitaba un abrazo..."
No lo aguantó más y lágrimas brotaron de sus ojos sin avisar. No le importó, tenía que seguir.
"Siento como si no me quisierais. Siento que me odiáis más de lo que yo me odio a mí misma...
Siento que me hayáis tenido que aguantar tanto tiempo.
Pero tengo buenas nuevas. Eso no volverá a pasar, no me vais a tener que aguantar ni un sólo minuto más.
Me voy para siempre, ya no voy a volver.
Siento que me hayáis tenido que aguantar tanto tiempo.
Pero tengo buenas nuevas. Eso no volverá a pasar, no me vais a tener que aguantar ni un sólo minuto más.
Me voy para siempre, ya no voy a volver.
No me echéis mucho de menos, no lloréis mi muerte, no me toméis más en cuenta... Porque ya no vale la pena.
Nos vemos pronto, un abrazo..."
Guardó el bolígrafo en su bolsillo y releyó la nota. La verdad es que no sabía qué hacer. No se podía creer que hubiese llegado a tal extremo.
Al extremo de cometer suicidio.
Al extremo de cometer suicidio.
Agarró la hoja de papel con fuerza, arrugándola en su puño bien cerrado.
Subió a la barandilla quedando en pie y miró hacia abajo.
-Lo siento mucho... -susurró y cerró los ojos para ya no volverlos a abrir.
Saltó.